En la última década he
aprendido mucho, no solamente a nivel académico, sino fue el momento
de reflexionar, de mejorar una versión de mi mismo. Los resultados
fueron interesantes, alcancé y supere muchos de los límites que
pensaba tener desde el principio e incluso nuevos desafíos surgían
una vez que el éxito se alcanzaba. De igual forma fui perdiendo; al
principio creí que por mis acciones, pero me he dado cuenta de que
no siempre es así. La gente tiende a culpar al otro y muchas veces
yo he sido ese otro. Lamento mucho a los que les fallé, sea cual sea
lo que buscaban en mí, pero en el fondo aprecié cada momento y
aprendí mucho de cada persona especial. Me hubiera encantado que
muchos siguieran conmigo, pero respeto la decisión de que no sigan.
No me culpo por ello, sino que aprendí que la gente cambia, la gente
se desilusiona, se aburre, se enoja y no sabe qué es lo que quiere,
aunque uno no necesariamente del otro. Yo trato de mantener el mejor
recuerdo posible, pero mi camino sigue adelante y no puedo detenerme
para recuperar los tesoros del pasado. El futuro es ahora mi amigo,
un amigo incierto, cuya confianza debe ganarse. Espero no me
decepcione, yo he hecho lo mejor posible por mejorar como persona y
lo seguiré haciendo. Aquellos que siguen a mi lado y que lo aprecian
reciben de mi parte el mismo trato: mi aprecio y compañía. Veremos
entonces un nuevo inicio, una etapa llena de nuevos desafíos y de
retos aún por superar.
27/7/13
1/7/13
¿Redes sociales o redes virtuales?
Recientemente
me he puesto a pensar un poco sobre las redes sociales, así como de los gadgets y de todos los medios de comunicación
que nos conectan. Ya una vez hablaba de la cuestión de que a veces
invitar a tomar un café nunca llevaba a nada, nunca se concretaba.
Mucho sucede en el mundo virtual. He perdido comunicación con gente
que a fuerza quiere mi número de celular, cosa que no tengo, y que cuando tengo no uso seguido, y no contactarme por otros medios de los
cuales sí dispongo, como mail, facebook, skype, twitter e incluso
este blog. Si realmente alguien tiene deseo de comunicarse y
contactar a alguien, uno busca la manera, pero muchos se limitan a
los medios que ellos quieren.
Por
ejemplo, facebook me ha permitido permanecer en “contacto” con
mucha gente que he conocido, saber qué andan haciendo y un poco de
su vida. Pero realmente son pocos con quienes mantengo verdadera
comunicación a través de ese medio. Muchos me dicen “quiero
permanecer en contacto contigo a través de facebook” y yo con
gusto los añado a mi lista de amigos, pero jamás vuelvo a saber de
ellos personalmente.
Por otra
parte, tengo muchos amigos que no usan facebook y eso me obliga a
contactarlos por otros medios, teléfono o mail básicamente. Pero
quizás sea eso, ellos probaron el facebook y se enfrentaron a lo
mismo, juntar a mucha gente en tu lista de amigos pero rara vez
tener verdadero contacto. Ahora me he dado cuenta de que mantengo
contacto con más gente por mail que por facebook.
Esto no
quiere decir que facebook es malo ni que voy a renunciar a él,
simplemente que mucha gente no le da un uso por igual. Efectivamente,
muchos contactos que tengo sólo los tengo por facebook y nunca sabes
cuándo necesites contactarlos de nuevo en algún futuro, o bien, tener uno
que otro amigo al cual le encanta el facebook y es la única forma de estar
al tanto de él.
Otra
ventaja del facebook, o twitter, entre otros, es saber que tus
contactos aun viven, literalmente. Pero también esto puede ser
contraproducente. He tenido amigos y contactos que simplemente me
evitan diciendo “no he tenido tiempo, he estado ocupado, mi
computadora no funciona, tengo un problema serio que necesito
atender, etc.”, pero a través de sus cuentas de redes sociales
puede uno observar su actividad. Si realmente no tienen posibilidades
de ponerse en contacto, ¿porqué twittean o postean cosas absurdas,
como la marca de la bebida que piensan tomar esa noche, o su
indignación ante compañías como Mosanto? ¿Acaso eso es más
importante y no les quita tiempo que responder un mensaje de un
amigo, de un contacto que gustaría conocerlos mejor? ¿Realmente creen que no somos capaces
de darnos cuenta o simplemente no les importa?
El mundo
en el que vivimos nos hace tener un contacto más sencillo sin
importar la distancia física, pero nos distancia realmente de un
verdadero contacto significativo, por ello son virtuales.
10/6/13
Las geografías del mundo
No es la primera vez que escribo algo parecido, pero ahora va con un poco de actualización y en español.
No sé
que tan informados estén, pero la geografía no es enseñada de la
misma forma en todos los rincones del mundo. Esto cobra mayor
relevancia cuando viajamos fuera de nuestro país originario, o bien,
cuando charlamos con extranjeros no muy conscientes de este tema y
cuyos conocimientos geográficos son limitados a su educación
básica.
La
primera vez que eso toma relevancia, en México al menos, es en la
insistencia de usar términos como “Estados Unidos” en vez de
“América” para referirnos al país, o nombrar “estadounidences”
en vez de “americanos” a los nacionales de ese país. No es
absoluto, puesto que siempre habrá uno que otro mexicano que utilice
la palabra “americano” como adjetivo de algo de Estados Unidos o
incluso en algunas cuestiones como “futbol americano” o “Capitán
América”, en las cuales es casi imposible de aplicarles la regla,
pues así son conocidos desde siempre.
No
obstante, salvo esas pequeñas excepciones, la mayoría de los
mexicanos acordamos que América es un continente, no un país. Y de
aquí saltamos a otra escala, pues resulta que, como en Estados
Unidos la palabra América es sinónimo de su país, para hablar del
continente ellos prefieren decir las “Américas”, es decir,
Norteamérica y Sudamérica. A diferencia de México, donde se enseña
que el continente americano, que es uno solo, está dividido en
cuatro regiones: Norteamérica, Centroamérica, el Caribe y
Sudamérica.
Pero en
Estados Unidos, Norteamérica constituye desde Alaska hasta Panamá,
incluyendo el Caribe, y Sudamérica el resto, es decir, de Colombia
hasta la Patagonia. No es difícil de saberlo, solamente se necesita,
por ejemplo, hacer un cambio de idioma de un mismo artículo de
wikipedia, del español al inglés y verán que América como
continente se vuelve “the Americas” en su concepción
anglosajona.
Pero esto
solamente es al nivel educativo formal, en el imaginario de los
despreocupados por estos temas, existen una serie de sinónimos,
incorrectos por supuesto, de que Latinoamérica y Sudamérica son lo
mismo. Desde una vez que estuve en Tijuana y un estadounidence
gritaba lo contento de estar en suelo sudaméricano, hasta una
experiencia reciente en la cual un francés parisino me decía que de
México para abajo es Sudamérica. Su concepción es tal, que cuando
uno les aclara su error es casi imposible de convencerlos de esa
realidad. Lo mismo sucede con gente no necesariamente occidental,
sino incluso de Medio Oriente, África y Asia.
Otra
cuestión que toma relevancia es que, a pesar de que Estados Unidos
es uno de los países más conocidos y reconocibles del mundo, para
bien como para mal, su ubicación geográfica no lo es mucho. Lo
remarco con tan solo el conocimiento de México. Sí, México es uno
de los diez países más turísticos del mundo, y aun así mucha
gente no sabe ubicarlo. Cuando uno les dice que al norte tenemos
frontera con Estados Unidos, la gente se sorprende. Pero a mi me
sorprende más, pues Estados Unidos, país tan famoso, sólo tiene
frontera terrestre con dos países, y la gente no ubica esos dos
países, Canadá y México, los cuales son, irónicamente, igual de
famosos en los medios, mas no en la práctica.
Pero
dejemos de lado a México y Estados Unidos, y concentrémonos con
otras regiones que he encontrado curiosas en el imaginario
geográfico. Para los franceses, al parecer todo lo que se ubique al
este de Alemania es Europa del este, a pesar de que muchos países de
la región, como República Checa o Rumania, se consideran a sí
mismos como Europa central. No es difícil darse cuenta del porqué,
pues Europa no se acaba aún en los límites de esos países. El
absurdo a veces llega cuando un francés que viajó a San
Petersburgo, Rusia, me decía lo feliz que estaba de que por fin
viajaba fuera de Europa, a pesar de que le remarqué que no era así,
no hasta que cruzara los Montes Urales.
Otro
continente que es enseñado en la educación básica de México es
Oceanía, el cual comprende Australia y países a su alrededor.
Regresando al mundo anglosajón, Oceanía no existe como tal, el
continente en esa región se llama “Australia”, así es, y el
país es considerado continente en sí mismo. La pregunta entonces es
¿Qué sucede con Nueva Zelanda, Papua Nueva Guinea, Tazmania, etc.,
también ellos son del continente “Australia”?
Lo más
interesante fue, que ahora yo actuando con mi imaginario geográfico,
consideraba Filipinas parte de Asia. Una vez conocí un filipino y me
dijo “No, Filipinas es parte de Oceanía”. Yo quedé sorprendido,
y aunque claramente quería argumentar que no era así, sabía que
debía mantener una mente abierta, aceptarlo como un nuevo
conocimiento y respetarlo, no cometer el error de la gente de la cual
me quejo. Y efectivamente, Oceanía es un continente versátil. ¿Se
han preguntado a qué continente pertenece el territorio de Hawaii?
¿a América? ¿a Asia?, la respuesta es a Oceanía.
Así,
queridos compatriotas, así como latinoamericanos y toda la gente que
esté consciente de estos pequeños detalles, siéntanse a gusto de
saber que si aún recuerdan este tipo de datos, no están tan
perdidos; lo que si molesta es tener que soportar la ignorancia, y
peor aún, la mentalidad cerrada de aquellos que no lo ven así.
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