O se ha estado muriendo desde hace ya tiempo. Por finales de los años 90’s y principios de la siguiente década en plena adolescencia me gustaba mucho escuchar música y ver videos, particularmente en MTV. Poco a poco, ya cerca del año 2003 dejó de gustarme el canal, especialmente porque para ese entonces habían desaparecido muchos programas interesantes como Behind the music y mi favorito MTV clásico, donde podía ver videos de la música que me gustaba, ya que, con todo respeto a quien le guste, he sentido que no ha salido al mercado ya muy buena música desde lo que va del siglo, al menos no ha habido un movimiento musical interesante de calidad (que no quiere decir que no salga música de calidad, pero ésta permanece generalmente oculta).
Precisamente por ello el canal poco a poco se concentró en el mercado adolescente, los grupos y estilos sumamente enfocados en ellos. La música del adulto contemporáneo poco a poco se desvanecía. Después saldría la versión latina de VH1, con un tipo de música enfocada más a ese público mayor. Pero igualmente poco a poco fue sustituida por la música adolescente.
Tuve que recurrir a comprar DVD’s, algunos originales, otros piratas, donde pudiera ver conciertos y videos de lo que me gustaba. A veces descargaba los videos en Internet y los almacenaba en mi disco duro. Sin embargo, años después encontré en YouTube la mejor forma de ver videos, muchos de canciones que no conocía. Los podía ver cuando yo quisiera y encontrar versiones tan diversas.
Por obvias razones decidí deshacerme de parte de mi archivo de videos en el disco, ya que ahorraba memoria y no costaba tanto descargar un video del sitio sin necesidad de guardarlo. Sin embargo, hoy me acabo de dar cuenta, esa era también ha acabado. Muchos videos han sido retirados de YouTube por “infringir derechos de autor de un tercero”, tercero que son las discográficas como Warner.
No sé qué siga, probablemente YouTube tenga que pagar derechos de autor a través de suscripciones con costo a su sitio, o bien bañarnos con publicidad spam, o quizás simplemente restringirnos el número de videos/tiempo que podamos ver; no sé, todavía se encuentra en el proceso de ajuste. Asimismo, siempre habrá un sitio alterno libre, siempre hay ingenio y resistencia contra el sistema.
Pero me pregunto porqué siempre tenemos que estar pagando por todo, por escuchar música por ejemplo. La música ha perdido su estética, ya no importa la calidad, sino vender. Incluso ya no importa trascender, es vender. Lo mismo con el cine y la televisión, incluso los libros. Sabemos muy bien que no siempre hay que confiar en que uno de ellos esté en boga por ir en contra de las ideas preestablecidas, a final de cuentas ese no deja de ser un truco publicitario que, si, adivinaron, vende.
Precisamente por ello el canal poco a poco se concentró en el mercado adolescente, los grupos y estilos sumamente enfocados en ellos. La música del adulto contemporáneo poco a poco se desvanecía. Después saldría la versión latina de VH1, con un tipo de música enfocada más a ese público mayor. Pero igualmente poco a poco fue sustituida por la música adolescente.
Tuve que recurrir a comprar DVD’s, algunos originales, otros piratas, donde pudiera ver conciertos y videos de lo que me gustaba. A veces descargaba los videos en Internet y los almacenaba en mi disco duro. Sin embargo, años después encontré en YouTube la mejor forma de ver videos, muchos de canciones que no conocía. Los podía ver cuando yo quisiera y encontrar versiones tan diversas.
Por obvias razones decidí deshacerme de parte de mi archivo de videos en el disco, ya que ahorraba memoria y no costaba tanto descargar un video del sitio sin necesidad de guardarlo. Sin embargo, hoy me acabo de dar cuenta, esa era también ha acabado. Muchos videos han sido retirados de YouTube por “infringir derechos de autor de un tercero”, tercero que son las discográficas como Warner.
No sé qué siga, probablemente YouTube tenga que pagar derechos de autor a través de suscripciones con costo a su sitio, o bien bañarnos con publicidad spam, o quizás simplemente restringirnos el número de videos/tiempo que podamos ver; no sé, todavía se encuentra en el proceso de ajuste. Asimismo, siempre habrá un sitio alterno libre, siempre hay ingenio y resistencia contra el sistema.
Pero me pregunto porqué siempre tenemos que estar pagando por todo, por escuchar música por ejemplo. La música ha perdido su estética, ya no importa la calidad, sino vender. Incluso ya no importa trascender, es vender. Lo mismo con el cine y la televisión, incluso los libros. Sabemos muy bien que no siempre hay que confiar en que uno de ellos esté en boga por ir en contra de las ideas preestablecidas, a final de cuentas ese no deja de ser un truco publicitario que, si, adivinaron, vende.