Continuando con el mismo tema, me cuesta mucho, pero mucho trabajo imaginar o entender la cabeza de los comerciantes, sean vendedores o compradores. Últimamente lo único que escucho es “yo me comunico contigo”, “yo te hablo”, “nos vemos en tal parte”, “suena muy bien, deja vemos el próximo sábado” y así sucesivamente.
Cuando la gente no quiere comprometerse, pero tampoco quiere sentir la culpa de faltar al respeto al rechazar, dejan todo de esa forma, dejándola a la procrastinación y la ambigüedad. El problema es que lo único que hacen es hacerle perder el tiempo a las personas, quienes creen que por fin van a recibir dinero o a obtener la mercancía.
El problema es que no sólo los comerciantes, la gente se porta de igual manera. “A ver cuándo nos echamos un café”, “A ver cuándo nos vemos”, etc. Todo significa “jamás”, ni aún cuando el que no propuso es el que organiza. ¿Cuál es el chiste de todo esto? ¿No sería mejor decir que uno no tiene interés? Al parecer la gente, excepto yo como siempre, no piensa así, cree que dejando las cosas ambiguas es la mejor respuesta, aún cuando a ellos mismos les conviene que se lleven a cabo.
La falta de respeto es aquella que se logra no siendo fiel a la palabra, que simplemente la sinceridad del rechazo.
El rechazo es duro, pero ahorra tiempo e ilusiones.
Cuando la gente no quiere comprometerse, pero tampoco quiere sentir la culpa de faltar al respeto al rechazar, dejan todo de esa forma, dejándola a la procrastinación y la ambigüedad. El problema es que lo único que hacen es hacerle perder el tiempo a las personas, quienes creen que por fin van a recibir dinero o a obtener la mercancía.
El problema es que no sólo los comerciantes, la gente se porta de igual manera. “A ver cuándo nos echamos un café”, “A ver cuándo nos vemos”, etc. Todo significa “jamás”, ni aún cuando el que no propuso es el que organiza. ¿Cuál es el chiste de todo esto? ¿No sería mejor decir que uno no tiene interés? Al parecer la gente, excepto yo como siempre, no piensa así, cree que dejando las cosas ambiguas es la mejor respuesta, aún cuando a ellos mismos les conviene que se lleven a cabo.
La falta de respeto es aquella que se logra no siendo fiel a la palabra, que simplemente la sinceridad del rechazo.
El rechazo es duro, pero ahorra tiempo e ilusiones.